Hola a todas, hace ya un mes y tres días que la maldita leismaniosis me arrebató de mis brazos a mi niño, mi Cuco querido, mi perrito cariñoso y mimosón que siempre me perseguía buscando una caricia; paseaba conmigo todos los días moviendo a la vez cola y culito, era muy gracioso verlo; desde pequeñito le daban una especie ataques epiléticos y se quedaba rígido (yo lo pasaba fatal) me dijerón los veterinarios que a los tekel gorditos, como el mío, le suelen ocurrir estas cosas y que podía morir de un fallo cardíaco, pero como ya hacía tiempo que no le pasaba pense que me acompañaría muchos años. Pero no fue así, desgraciadamente le pico el mosquito infectado y con sólo 7 años tuvimos que luchar juntos contra la terrible enfermedad pero inútilmente, pues cuando se manifestó el traicionero mal ya tenía los órganos vitales atacados, fueron tres días de agonía horribles, y al final no tuvimos más remedio que dormirle.
Desde entonces no encuentro alivio a mis penas, lloro todos los días desconsolada y le pedí a Dios el volverle a ver cuando llegue mi hora.
Buscando por la Red algo que me ayudara a pasar los malos momentos, la herida tan profunda, la rabia contenida, la angustia vital que siento, encontré este entrañable foro y desde estas líneas les pido ayuda, pues muy pocas personas de mi entorno le dan importancia a la muerte de mi Cuco querido y también lucho por convencerme de que estará esperándome en un cielo para perros que yo quiero creer existe.