El problema no es que se quede sola, ya que está acompañada de mi otra perrilla (una pequeña podenca portuguesa) con la que juega habitualmente.
Lo de la cama, mmmmmmmm, no es porque la hayamos dejado subirse alguna vez, el problema está en que Cuca, la otra perrilla, duerme con nosotros desde cachorro (me la encontré abandonada con cuatro meses) y nos dió tanta lastima que se lo hemos permitido todo. Por eso creo que Zara se sube a la cama, como diciendo: ¿pero como?, ¿ella si y yo no?
Ayer tuvo su primer contcto con la peluquería. Tuvieron que cogerla entre tres ya que la tia parecía un potro salvaje. No hacía más que chillar, llorar y intentar soltarse. Se que la tengo que acostumbrar al secador y a bañarse. Lo intenté una vez y no os imaginais la que ma armó (o si).
Gracias chicos.
Ah, y mi nombre es Eva